¡Ese será tu día! Sin embargo, cuando te comprometes, “tu día” se transforma en un manojo de dudas (tanto para los detalles más pequeños, como las más importantes decisiones). Obviamente, las dudas no son buenas compañeras a la hora de planificar tu matrimonio. ¿Qué hacer entonces? Aquí te daremos algunos consejos que te ayudarán a vivir sin estrés las semanas previas a tu boda.
𝗖𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗠𝘂𝗹𝘁𝗶𝘁𝘂𝗱𝗲𝘀
Todo el mundo va a tener una opinión, ya sea útil o no. Muchas voces te pueden hacer perder la visión de lo que TÚ quieres realmente. Recuerda que se trata de “tu día” y piensa muy bien en lo que esto significa.
𝗖𝗼𝗻𝗼́𝗰𝗲𝘁𝗲
Hay cientos de cosas que sabes de ti. Comienza por asociar libremente las cosas que te traen alegría. ¿Cuál es tu color favorito? ¿Cuáles son tus comidas preferidas? A nosotras, por ejemplo, nos encanta el rosado, el rojo y el verde. Además, amamos los postres.
𝗢𝗿𝗴𝗮𝗻í𝘇𝗮𝘁𝗲
Ahora que tu creatividad de novia está fluyendo a mil, escríbelo todo y comienza a archivarlo en una carpeta de planificación. A medida que el día se acerca, puedes comenzar a guardar los contratos de proveedores y anotar los tiempos en un calendario.
𝗔𝗽𝗼́𝘆𝗮𝘁𝗲
Pídele a una amiga, a tu mamá o a una hermana, que actúe como acompañante en todo el proceso de planificación. Deja que te apoye en las partes más difíciles, como ir a comprar tu ajuar o tomar las decisiones de catering.
¡𝗧𝘂́ 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝘀!
Confía en tus instintos. Automáticamente sabes cuáles son los accesorios perfectos para un vestido negro. ¿Por qué debería ser diferente cuando se trata de un hermoso vestido blanco? ¿Te gusta cómo quedó tu pelo durante las pruebas? ¿No tanto? Entonces, trae unas cuantas fotos más con lo que tienes en mente e intentalo de nuevo… y si no te gusta, intentalo otra vez
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